Por Nicolás Martínez

En el último tiempo hemos sido testigos de cómo un tipo de contenido, de naturaleza cuestionable como los son las noticias falsas o fake news, han logrado convertirse en contenidos virales. En el caso nacional, las fake news alcanzaron durante 2017 alrededor de 3,5 millones de shares y views, según consignó El Mostrador (https://bit.ly/2CHmgLm), y durante 2018 las fake news que han tenido en su foco a los migrantes en Chile lograron hasta un millón de shares, de acuerdo con El Desconcierto (https://bit.ly/2s2unda) y Fayer Wayer (https://bit.ly/2IBGKEJ).

Frente a esta realidad nos cabe la pregunta ¿Cómo logran esas fake news tales cifras de viralización?

Para responder esto es preciso constatar que la mayoría de las fake news virales del año 2017 son de carácter político, respondiendo al ambiente de elecciones. De igual forma, en los casos del 2018 las noticias más compartidas giran en torno al tema de migración en Chile. ¿Es coincidencia que las fake news más viralizadas respondan al contexto político?

Desde el punto de vista académico, no lo es. La emoción juega un rol fundamental al momento de decidir compartir cierto contenido. Así lo reconoce Berger, al incluirla como uno de los 6 Principios del Contagio, señalando que cuando un contenido trata de un tema que nos importa mucho, entonces lo compartiremos, porque, ¿Quién de nosotros comparte contenido sobre un tema que no le interesa? Este principio aplica a ambos casos de fake news en cuestión, en donde el contexto hace que el tema sea de gran importancia para un público, y sea compartido por este.

Otro principio de contagio que se aplica es el de “moneda social”, que postula que también compartimos contenido que nos permiten mostrarnos de cierta forma hacia otros, en este caso, mostrarnos informados respectos al tema del momento. Personalmente, recuerdo que el tema “Presidenciales 2017” era tema obligado en la oficina, y quedarse abajo era pasar a ser parte de un grupo “apático” al que nadie quería pertenecer.

El principio de “disparadores” también podría explicar la difusión de las fake news sobre migración, de carácter mayormente negativo, puesto que hay quienes relacionan migración con delincuencia, por ejemplo, aunque de acuerdo con Nelson-Field el contenido que más viralizado suele ser contenido que despierta emociones positivas, es decir posee positive arouse.

Entonces, ¿Toda fake news será viral? Definitivamente no. El alcance de la dimensión emocional juega un rol determinante en la viralización, y supone un desafío entendiendo la subjetividad que existe en este ámbito de las emociones y representaciones de los públicos.