Por María Eugenia Muñoz
Las Redes Sociales acabaron con el silencio cómplice de los abusos en la Iglesia Católica chilena; acabaron con la cultura de tolerancia eclesial a religiosos vinculados a casos de pedofilia. Nadie en Chile puede olvidar aquella noche de “Informe Especial” de Abril del 2010 en que TVN mostró relatos de cinco profesionales, sobre abusos sexuales, de poder y de conciencia, que habrían sufrido por parte del párroco de la iglesia del Bosque, Fernando Karadima. (para revisar: https://youtu.be/tz1WFRdROrM). Desde esa noche no han parado las RRSS en investigar e informar esta cruda realidad que se mantenía en el más absoluto silencio.
En estos días un reportaje de T13 Elisa Fernández conocida agente de Pastoral Juvenil, denunció a doce sacerdotes de Rancagua por conductas sexuales impropias. Al interior de la Diócesis de Rancagua existiría una “cofradía” llamada “La Familia”, que estaría liderada por alguien que se haría llamar “La abuela”, en la que ocurrían todo tipo de abusos. Para comprobar sus sospechas Fernández usó las RRSS creando un perfil falso en Facebook, en donde se hizo pasar por un menor de edad. De esta forma contactó al párroco Luis Rubio de Paredones, quien le envió mensajes de contenido sexual. Encarado por los periodistas Rubio admitió su culpa diciendo: “Estoy muy avergonzado, no tengo palabras”.
El impacto del reportaje de T13 fue tal, que el obispo Goic suspendió a catorce sacerdotes de su Diócesis.
- Reportaje T13 https://youtu.be/_H-8chiPYeo
Cada día los titulares de las RRSS informan la magnitud del problema que vive la Iglesia Católica en Chile; no han claudicado en dar a conocer la gravedad de los hechos, y sus repercusiones hasta en el mismo Vaticano. Como resultado el Papa ha pedido perdón y en un hecho inédito en su historia una Conferencia Episcopal completa presenta su renuncia.
Sin duda estamos ante un cambio cultural. Antes se callaba todo, y nos guste o no las redes sociales han ayudado a destapar situaciones, a poner fin al silencio de miles de víctimas, dando una información rápida y transparente; que en definitiva ayude a “desterrar una cultura del abuso y el encubrimiento”, como pide el Papa Francisco en su Carta al Pueblo de Chil.